domingo, febrero 13, 2005

¡Mira tío!, ¡pon la tele!

Estaba de parranda cuando me avisaron.

El edificio Windsor se quemaba cual "Coloso en llamas", la estructura amenzaba con caerse sobre el corte inglés y un buen puñado de madrileños, probablemente borrachos y vecinos, se habían juntado en torno al edificio (hasta donde el cordón Policial les permitía) para ver el espectáculo.

Y es que este país, está lleno de "Jashondos". No se puede negar.

Afortunadamente, en este caso se trata únicamente de una catástrofe por los daños materiales, que seguramente se marcarán un nuevo hito en la historia de los incendios de Madrid, y no por la existencia de víctimas, así que el morbo de ver caer el edificio no me parece tan raro.

De camino a mi casa puede ver las llamas del edificio y la verdad es que no me impresionaron mucho. ¿Será que estamos tan acostumbrados a verlos arder en ficción que ya no nos impresiona nada?

Yo cada día me sorprendo por menos cosas.

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